Conforme se acerca el momento de pasar la ITV, los nervios van apoderándose de nosotros por si algo en nuestro automóvil no estuviera en las condiciones que exige la ley. Pero este trámite no tiene por qué convertirse en una tortura ya que hay una serie de chequeos previos que harán que tu paso por la ITV sea simplemente un paseo.
Recordemos que un vehículo debe pasar la ITV por primera vez en una fecha concreta desde la primera matriculación, según sus características. Por ejemplo, turismos y vehículos destinados al transporte de personas de MMA inferior a 3.500 kg, los más habituales, la deben cumplir al cuarto año. Más tarde este trámite pasa a ser bienal y a partir de los diez años es anual.
Los coches requieren de un mantenimiento para que el paso de los años no incida negativamente sobre su seguridad. La ITV se dedica a constatar que ese mantenimiento se ha realizado de manera correcta. Cuando te corresponda, la Dirección General de Tráfico te lo notificará, aunque siempre puedes saber cuándo debes pasarla mirando la tarjeta correspondiente que debe estar junto al permiso de circulación, o, si tu coche es muy reciente obtendrás la información de una tarjeta ITV electrónica de la que dispones, e incluso de la pegatina adherida a tu cristal.
Hay una lista de elementos principales que debes tener revisados antes de llegar a la estación de la ITV. Es la llamada pre-ITV, que de entrada va a chequear los siguientes puntos fundamentales:
- -Debes tener toda la documentación en vigor de manera correcta y aportar esos papeles el día de la inspección.
- -Se debe chequear el estado exterior del vehículo para que no tenga oxidación ni corrosión, ni tampoco aristas peligrosas para los peatones.
- -Respecto a los neumáticos se comprueba que no estén cristalizados y que su dibujo supere los 1,6 mm de profundidad.
- -El motor debe presentar una adecuada lubricación.
- -En el interior se va a comprobar el anclaje de los cinturones, los sistemas de retención infantiles, el anclaje de los asientos a la carrocería o el correcto cierre de las puertas.
- -Los frenos han de responder con total eficacia. Conviene revisar los discos de freno y las pastillas y el líquido de frenos.
- -Una comprobación esencial son las luces y su calibrado. Deben funcionar correctamente desde la primera a la última: cruce, largas, antiniebla, intermitentes y freno trasero.
- -La contaminación que produzca tu coche también va a ser calibrada, tanto en emisiones como en ruido. Deberán ceñirse a los límites marcados por la ficha de fabricación del vehículo y el combustible que use.
- -La dirección debe cumplir impecablemente las órdenes del conductor, por ello se comprueba minuciosamente.
- -La suspensión del vehículo debe presentar unas condiciones óptimas de funcionamiento.